2006/02/25

Como sobrevivir con $2 semanales

Hace como 3 años me quedé viviendo solo con mi padre, en ese entonces estaba “estudiando” en el Tec y como el es un macho y a mi me daba mucha flojera prepararme algo de comer dependíamos de los restaurantes y las cafeterías. He aquí un ejemplo:

Papá: Ya llegué, ¿Qué hay de comer?
Yo: ¿Qué? ¡Yo pensé que ibas a traer comida!
Papá: Mmmmmmta……bueno pues, vamos a ver que comemos en la calle

Eso era cuando yo estaba en la casa, si no estaba (que era la mayoría de las veces) el se iba solo y yo tenía que arreglármelas por mi cuenta, por suerte, cerca de la casa estaba el Tec, una Soriana y un Cinépolis así que nunca me aburría y siempre tenía donde comer… aunque no tuviera un solo centavo.

¿Cómo le hacía? Bueno, pues en el Tec conocí al Monty (este wey era de monterrey, por si se preguntan de donde sacamos toda la creatividad necesaria para ponerle ese apodo) que llevaba un estilo de vida como el que acabo de describir desde que era pequeño así que ya se sabía un chingo de tranzas para comer gratis, hablar por teléfono gratis, entrar al cine gratis y cosas así. Muchos días fuimos el Monty, el Lizy, el Taylor, el Condor y yo a comer a Soriana, pero como buenos vale madre no traíamos dinero así que nos robábamos la comida. Pero no eran simples robos, llegábamos, ordenábamos, nos sentábamos, comíamos y nos íbamos. Lo que pasa es que en esas cafeterías, uno pide todo y luego va a pagar a un punto de venta para después comer, y creo que a los encargados les valía verga porque nos pasábamos frente a ellos sin pagarles y jamás nos dijeron nada, luego hasta nos poníamos a platicar con la señora que nos servía la comida. Hubo una vez que yo no traía hambre así que me fui a la casa y al día siguiente…

Monty: No mames Jimmy (así me decían) que bueno que no fuiste con nosotros ayer a comer.
Yo: ¿Por qué?
Monty: Es que no mames, pedimos unas hamburguesas y…
Taylor: Si, no mames, hasta parecían galletas.
Monty: El pinche pan parecía de ese pan tostado Bimbo, duro como la chingada.
Taylor: Yo creo que si se daban cuenta de que nos robábamos la comida y dejaron esas madres en el sol o algo así para vengarse ¡porque no mames!.
Monty: No, a esos weyes les valía verga.

Incluso hubo una vez que compramos arroz y como se sirve en un vaso bien grande nos lo terminamos y luego usamos el vaso… ¡para llenarlo de refresco! Hasta esos límites llegaba nuestro valemadrismo. También hubo una vez que compramos un chingo de comida (iba medio salón con nosotros) y nos metimos al cine con ella (yo la llevaba escondida en una chamarra de esas con bolsas por dentro) y luego toda la sala oliendo a pollo y a papas. Así que ya saben, si algún día tienen hambre y no tienen dinero, busquen una cafetería de esas y apliquen esta técnica, aunque no respondo si los cachan.