2006/10/12

Interviú II

Gracias a que el tipo de la otra entrevista no más se hizo pendejo, acabo de regresar de otra en Lexmark (hacen impresoras, pues). Llevaba días viendo el anuncio de vacantes afuera y por fin decidí imprimir mi curriculum y darme una vuelta. Llegué y me quitaron mi celular, despues pasé a una salita con pupitres y esos espejos/cristales por los que te observan pero tu sólo observas tu cara de estúpido necesitado de dinero que tan presentes han estado en mi vida últimamente. Había otros dos en la sala, uno de ellos estaba haciendo un examen lo cual comenzó a preocuparme "¿qué tal si son ecuaciones diferenciales o algo así y yo ni mi calculadora traigo?"

En eso salió un tipo y le preguntó al del examen si había terminado, los miro y me doy cuenta de que el tipo que lo estaba contestando tiene una cara de idiota impresionante así como de la tenue línea entre un retrasado y un burócrata, él contesta "pues si, pero me reburujé (palabra aborigen al parecer que se usa mucho acá y que, según mis investigaciones, es sinónimo de confusión, malentendido o mapache volador, según el contexto) al principio". Como pude ver de reojo parte del examen, vi que en las repuestas había dibujitos, deduzco por eso y por la cara del aplicante que las preguntas iban del tipo de "¿Cual de estos se usa para unir piezas de maquinaria?" y las respuestas posibles son un tornillo, una naranja y un zapato. Eso me dió un mal presentimiento pero dejé que las cosas siguieran. Nos explicaron que el "empleo" era de dos turnos: de 6 a 6 y de 6 a 6 y que pagaban casi 70 pesos diarios. En ese momento ya no soporté y le pregunté que puestos estaban solicitando, como vi que eran puros operativos me dijo que le dejara mi curriculum y ellos me hablarían si salía algo de mi área (computito, pues).

Recojí mi celular y salí de ahí lo más rápido que pude. Me fui un poco triste al ver a los otros aplicantes y darme cuenta de que la gene pool está mucho más jodida de lo que pensaba y que el ingenio de las grandes empresas no es suficiente para darse cuenta de que podrían estar contratando a simios entrenados por una fracción de lo que les pagan a sus operativos.