2007/10/22

Debí estudiar gerontología

Me acabo de enterar que una conocida (ni tanto, evidentemente) estudia gerontología, cómo toda persona normal, no sabía que demonios era eso, pero según la wikipedia...
"La gerontología es el área de conocimiento que estudia el viejo, la vejez y el envejecimiento. A diferencia de la geriatría -rama de la medicina que se centra en las patologías asociadas a la vejez, y el tratamiento de las mismas-, la gerontología se ocupa, en el área de salud, estrictamente de aspectos de promoción de salud. Por lo demás, aborda aspectos psicológicos, sociales, económicos, demográficos y otros relacionados con el adulto mayor".
Ella decía que una de las cosas que hace es ayudar a los ancianos y a su familia a prepararse física y psicológicamente para la inevitable y cada vez más cercana muerte, ayudarles con el duelo, en sus enfermedades, etc.

Fue ahí cuando me di cuenta. Es simplemente brillante. Es publicidad de primera.

A partir de aquí el post se vuelve una maraña de ideas extremadamente frías y crueles, pero me reivindico en la última línea, así que si usted quiere conservar esa buena impresión mía (que no sé de donde habrá sacado) le pido que mueva esa barrita de la derecha más para abajo.

Imagine usted nada más, pasa los últimos días de un anciano haciéndole compañía, leyéndole, escuchando sus historias y las listas de por qué la sociedad está peor que antes, listas tan eternas como el otro mundo en el que tiene reservaciones próximas. Hace todo eso y ¿de qué sirve? De mucho, créame.

Si usted hizo bien su trabajo, cuando el viajero en cuestión llegue a su destino no hará mas que recordarlo y tener una fresca y buena impresión suya, impresión que no tardará en comentarle y contagiarle a cuanto espectro se le cruce en su camino, como es la costumbre. Si tiene suerte, se hará de fama en el lugar, pudiendo llegar esos comentarios al manda más, nunca mejor dicho.

Cabe mencionar que esta fama que se está creando en su favor, irá creciendo exponencialmente, al mismo ritmo de sus clientes. De esta manera, cuando llegue a acompañarlos, gozará de un trato VIP, no lo dude. Sin mencionar que estos dulces ancianitos bien podrían hacer una añadidura de último minuto a su testamento, con su nombre.

Simplemente brillante.

Y aún si mis amigos ateos tienen razón, sería muy noble hacer algo bueno por alguien más, sobre todo por personas tan olvidadas.