Fight in the gas station

Por alguna extraña razón iba en el auto de Alexander con la Lola e Isai cuando nos detuvimos por gasolina. Vimos como estaban chingándose a un tipo en el asiento del conductor de un Intrepid y una vieja gritando “¡ya, déjalo!” y esas cosas que siempre gritan. La Lola era quien estaba echando la gasolina y vio todo con lujo de detalles, casi casi se mete al pleito por estar de metiche y entonces Isai decidió salir del auto (porque el wey fue como 3 semanas a Kung-fu y según el ya era un dios de las artes marciales) “para que no le pasara nada a la Lola”. Entonces el cabrón del Intrepid pudo arrancar y salir de ahí lo más rápido que pudo, claro, con los cristales desmadrados y no me acuerdo que más (era ya muy noche y salió corriendo muy rápido). Y luego pasó lo mejor de todo, algún tipo sacó una cruceta de algún lado y se la aventó al Intrepid que ya iba yéndose, cual shuriken lanzado por un ninja. Fue lo más grandioso que jamás ha pasado en la historia del tiempo… bueno, no.